9 de febr. 2018

Días de tristeza y locura en Waterloo

Resultat d'imatges de chaley de puigdemont en waterloo

Napoleón terminó en Waterloo su imperio de los 1000 días. El nombre de esa población contiene el sentido, nada simbólico, de la derrota. Es su lugar, uno de ellos.

No digo nada nuevo si digo que el caso Puigdemont es un caso más relacionado con la  psicología que con la política, pero a mi me atrae la literatura y siempre me han fascinado los personajes perdedores y enloquecidos, y por eso me gustan tanto Don Quijote, el capitán Ahab, Policarpo Quaresma, el Urbain Grandier de Huxley, el Kurtz de Conrad, el Chíchikov de Gógol y un montón de personajes que descienden al infierno, al laberinto de la pendiente hacia abajo o a la nada cuando persiguen una fantasía, una patria imposible, un sueño pueril y mal pertrechado, sin valor para los demás. Lo que me pasa con Puigdemont es que, cada vez que le veo en la tv o leo algunas de sus aportaciones, progresivamente más oscuras y enfebrecidas, se me presenta más como un personaje de la literatura ejemplar que como la persona normal y corriente (y más bien mediocre) que fue.

El curriculum de Puigdemont en su paso por el mundo de la política es algo fulgurante y veloz, como un cometa precipitándose a gran velocidad hacia el suelo en una región remota de la península de Kamchatka, pongamos por caso. Llegó a alcalde Gerona por una extraña carambola jamás bien explicada (aunque Soler Bufí, que lo conoce, insinúa asuntos turbios), y luego fue proclamado presidente de la Generalitat catalana en otro giro más bien rocambolesco y nocturno, con reuniones que terminan de madrugada y coches oficiales zumbando en medio de las tinieblas de un invierno próximo y lejano a la vez.

El hombre que fue nombrado presidente en una noche fría y azarosa reside ahora, apenas dos años más tarde de aquella noche extraña, en Waterloo, paisaje de la última batalla de Napoleón, en un chalecito de buen ver. Y proclama ser el presidente legítimo de una república imaginaria pero que, sin embargo, existe. Esa república me recuerda un poco el cuento de la tetera de Bertrand Russell, pero si me meto por ese camino me voy a pillar los dedos. Su empecinamiento en este extremo también me lleva a pensar en Hiro Onoda, el soldado japonés que se quedó en la trinchera de una isla filipina hasta 1974, año en el que se rindió a la policía local filipina y aceptó, por fin, que los suyos habían perdido la guerra. En el caso de Hiro Onoda concurren factores conocidos por el señor Puigdemont: la solidez de las convicciones, la fe en la victoria última y un sentido metafísico del destino.

La locura de Puigdemont solo tiene una excusa: ese coro de creyentes que le siguen la corriente, personas que, creyendo apoyarle, le están hundiendo: es casi imposible imaginar que uno de sus seguidores decida susurrarle que quizás ha perdido el sentido de la realidad y que, en última instancia, a los humanos nos conviene más mantener la salud mental (y la otra) en vez de sostener repúblicas oníricas.

Leí hace pocos días que Julian Assange está asediado por múltiples problemas de salud, a saber: dental, vertebral y mental. En la nota de prensa y hacia el final, el redactor añadió un detalle. Los trabajadores del consulado de Ecuador en donde Assange lleva clausurado seis años se quejan de la poca higiene del huésped. Ese extremo me dio mucha pena: Assange está muy mal. Y no sería nada improbable que alguien cuente, dentro de poco, que Puigdemont ha visitado a un médico belga (o mejor flamenco) por un problemilla de dolores articulares, migrañas, dificultad para conciliar el sueño o una simple mala digestión.

Puigdemont quiere convertirse en héroe caído, es decir, en el antihéroe de una novela que nos cuenta precisamente el proceso cruel del descenso hacia el horror y luego la nada. Es el mismo periodista gerundense que le conoció en persona, Soler Bufí, quien se lo imagina dentro de unos años dando tumbos por los bares de Bruselas y contando a los clientes incautos y solitarios que él fue, una vez, presidente de una república que no existe.

La literatura catalana acaba de recibir un regalo de la mano del señor Puigdemont, aunque es muy posible que el tema sea desestimado por pudor, por patriotismo o por cobardía. De modo que, al fin, el personaje podría ser tomado por Mendoza, por Marsé o por uno de los muchos grandes escritores catalanes que escriben en castellano, lo cual dará motivos a los escritores que escriben en lengua catalana para continuar soslayando a los buenos, o incluso para avivar el fuego del victimismo de esa cultura pequeña y miope, cada vez más ensimismada, más pequeña y más regocijada en su rol de víctima.

Cosas de Cataluña.

Sea como sea, quiero agradecerle al señor Puigdemont de Waterloo su contribución, impagable, al imaginario de una literatura venidera e inminente. Tanto es así que ha eclipsado la contribución anterior, la del señor Pujol i Soley, aunque Pujol i Soley trabajó en favor del esperpento y del circo, mientras que nuestro hombre en Waterloo lo ha hecho en favor de la novela.

Por fin (¡por fin!) un político catalán ha hecho un gesto para promocionar la narrativa de su país.




4 comentaris:

  1. A todos menos a nosotros les va de fábula esta situación.
    Al PP porque no se habla de lo sisado en Valencia por los jerifaldes.
    Al gobierno como tal porque los periódicos no meten la uña en los problemas de las pensiones, el sueldo mínimo , ni la crisis del paro que es inaguantable.
    A la regiones restantes, porque jamás Valencia se creyó con la sede del Mediterraneo; ni Palma con La Caixa; ni Madrid , con seis del Ibex; ni el resto con la pedrea siempre bienvenida del que tiene poco , y ya se sabe, pasar de la miseria a la pobreza es triunfo de gigantes, decía mi madre.
    El dia que esto se ponga sereno (todos están deseando que tarde), nos daremos cuenta de que hemos vuelto a aquel 11 de setiembre por la vías de FFCC GG, de Barcelona a Sant Boi, junto a los fraperos de turno, pidiendo Llibertat, Amnistía i Estatut d´Autonomía.

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  2. FOTLI AMB PUIGDEMONT¡¡¡,HEU APARCAT MAS?...AMB LA BOSSA DE LES PENSIONS SAQUEJADA...AMB LA LLEI "MORDAZA"...SENSA SEPARACIO DE PODERS...LA LLIBERTAT DE PRENSA AGONICA...AMB ELS CALERS DE TOTS A MANS DE MONTORO...LA CORRUPCIO GENERALITZADA...PUIGDEMONT ES EL ESCULL,PER L'ESTAT SOCIAL?"ANDA YA"¡¡¡¡.

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    1. Oliva, jo sóc d'esquerres abans que català o espanyol, i de fet m'interessa el factor social molt més que el naciona. El factor nacional no m'interessa gens, per dir-ho clar: haver nascut català, murcià o australià no em sembla rellevant, ni que em degui a aquesta identitat. En canvi, haver nascut en una família obrera i pobre em sembla molt més important. Puigdemont representa Convergència, perquè per més que la mona se vista de seda, puigdemona se queda. Si mires la ideologia de la senyora Elsa Artadi (número 2 de la "llista del president") veuràs que és una ultraliberal, amiga de Mas-Colell i executora de les retallades del primer govern de Mas. I amiga del Sala i Martín, un senyor que creu en la desregularització del mercat, en la desregularització de la normativa laboral i salarial i que, si fos per ell, ens deixa a tots els treballadors sense pensió de jubilació, i tan panxo. Ja sé que hi ha molts independentismes, que n'hi ha de dretes i d'esquerres, tot i que jo no puc arribar a entendre com hi pot haver independentistes d'esquerres, perquè això és com ser feminista masclista o vegetarià carnívor. De tota manera, crec que els independentistes hauríeu de pensar quin servei li està fent Puigdemont a la causa, i si no serà que a ell li va bé l'article 155 perquè li permet mantenir l'estatus de víctima, això que tant agrada als convergents perquè els dóna molts vots i connecta amb les velles frustracions identitàries i amb els seus complexos d'inferioritat. El personalisme exagerat de Puigdemont està complicant les coses, no tan sols als indepes, si no a tots els qui volen veure restablertes les institucions autonòmiques: és a dir, que per voler la independència ara ens toca a tots demanar autonomia. Gràcies a aquest home, que li ha pres un amor al poder que ningú no s'esperava (ni els seus). Si parles de la corrupció de "l'estat espanyol" (suposo que tu ets dels qui anomena així a Espanya) hauries de comprendre que la corrupció catalana és una corrupció plenament espanyola, sense cap "tret diferencial" rellevant. En realitat, tenim un problema molt gros i que té dos caps, com els dragons mitològics: un cap es diu PP i l'altre Convergència (o Pdecat o Junts per Catalunya, com vulguis). Tots dos s'emboliquen amb la bandera, tots dos parlen d'essencialismes i tots dos fan anar la democràcia per on més els convé, però irresponsablement i fins a extrems ridículs.

      Dit això, el meu article parla poc de política, en realitat: agafo la figura de Puigdemont com la d'un personatge posseït per un ego sobredimensionat, estrany, fascinat de sí mateix i enlluernat per una imatge del destí personal propera al deliri. He buscat la faceta humana de Puigdemont i trobo que és un pobre diable, un pròfug (i no un exiliat) atrapat en la seva fantasia que, quan es desintegri en xocar amb la realitat, se li presentarà demolidora i el convertirà en el que li pronostica l'Albert Soler: un pobre home que anirà pels bars de Brussel·les explicant que fou el president legítim d'una república imaginària. És això, aquest personatge entranyable, perdedor i abatut (perdedor com tots, com tu i jo) el que em resulta interessant i el que em sembla que es presta a una bona novel·la sobre el fracàs, l'engany (l'autoengany), el poder de la ficció, els paranys del populisme i les creences ocurrents però inútils i improductives: Catalunya no necessita herois d'un dia, però l'heroi d'un dia és un gran personatge literari, no ho creus?

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  3. [MI EX ESPOSA ESTA DE VUELTA]
    Mi ex esposa me recriminó diciendo que no quería volver a casarme y, por lo tanto, ella intentó que los niños se volvieran contra mí también. Tuve una relación terrible con todos ellos y la mayor parte es porque o no me deja verlos o porque está llenando sus oídos con un montón de mentiras sobre mí. Intentamos la mediación, nada parece llegar a ella. Conocí al Dr. Akim que me ayudó a lanzar un hechizo de amor, ahora hay tanto amor y felicidad en mi familia. El correo electrónico del Dr. Akim: [prayerstosavemarriage@hotmail.com]

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